La San Silvestrada deja huella en quien la hace. Son tres carreras en un solo día, con la carga emocional y física que ello conlleva. Varias semanas después de su celebración, recordamos de la mano del atleta del Villalobos Running Team, Javi Gándara, un día de locos que ya nunca se borrará de su memoria. Ahí va la crónica.
Por Francisco Javier Gándara
Ultimo día del año y ni por esas se libra uno del madrugón. Aunque en este caso, todo hay que decirlo, es voluntario. A las 6:30 h ya estoy en pie y hay nervios, muchos nervios. 2014 acaba de una forma diferente. Nos esperan 3 x 10 k para cerrar el año. Tres carreras de 10 kilómetros cada una de ellas en una localidad diferente: Las Rozas, Alcobendas y Madrid. A las 8.00 h nos recoge un autobús en Atocha al primer grupo de sansilvestrados.
La siguiente parada es en Plaza Castilla, donde suben los que faltan. Nos vamos presentando y se palpa el buen ambiente camino de la primera prueba de la mañana. Con todo el grupo al completo, recibimos los dorsales y camisetas para las tres carreras que tenemos por delante. He corrido varios maratones en mi vida, pero nunca me he enfrentado a algo similar. Volver a activar el cuerpo tras los parones entre carrera y carrera, es lo que más preocupa.
10:00 h LAS ROZAS
Esto va a empezar. Son muchas semanas pensando en este día. Adaptando los entrenos para incluir más de una sesión diaria y que el cuerpo se acostumbre. Calentamos, estiramos y hacemos alguna progresión sin ponernos tampoco al límite. Cada gramo de fuerza ahorrado, puede ser decisivo para acabar bien. Llega la hora de la verdad, con muchos nervios nos colocamos en la línea de salida. Tantos años corriendo y el gusanillo sigue ahí, más grande aún en este caso por la dificultad del reto. Hemos hablado sobre los ritmos que quiere llevar cada uno. Yo lo tengo claro 4 minutos/km. Pablo Villalobos (padrino de la fiesta) me comenta que se va a tomar esta primera carrera como un rodaje y que ese ritmo le va perfecto.
Nos acompaña David Martínez (otro lobo). Al ir los tres juntos los kilómetros caen sin darme cuenta. David y yo vamos concentrados intentando mantener el ritmo mientras Pablo graba, saca fotos y charla relajado. Es la diferencia entre la élite y nosotros. El recorrido, a pesar de las cuestas, no me parece muy exigente, y adelantamos gente constantemente. Controlo cada momento sin dejarme llevar por los instintos competitivos que todos tenemos, y que piden apretar un poco más el acelerador. Aún queda mucho día por delante.
Paso el km 5 en 19:52. La cosa va bien y hay que disfrutar de cada momento y de la buena compañía. La parte más bonita del recorrido es la que transcurre por el bosque, una zona de caminos de tierra entre pinos. Los dos últimos kilómetros me salen por debajo de 4 minutos. La meta está situada dentro del polideportivo y recorro media vuelta por el tartán de la pista aumentando el ritmo los últimos metros para parar el crono en 39:47. La primera está en el bote. Con poco tiempo, los sansilvestrados cruzamos unas palabras de camino al bus para abrigarnos y cambiarnos de ropa. La organización funciona como un reloj y nos lleva camino de Alcobendas. Con tantas atenciones y cuidados, por un momento siento algo parecido a lo que imagino deben vivir los profesionales.
12:00 h ALCOBENDAS
Segunda prueba del día. Aquí ya no hizo falta calentar más allá de algún ligero estiramiento. Las piernas se han quedado un poco entumecidas en el bus. Quizás la de Alcobendas fue la que menos me gustó por su recorrido: con cuestas duras y muchísimos giros. Sin embargo, fue la que hice con mejor marca de las tres al acabar en 39:13. Aquí ya no había liebres de lujo como Pablo y David en Las Rozas, la colocación en la línea de salida tampoco fue la mejor y el primer km salió más lento de lo esperado, pero por suerte el pelotón se fue estirando pronto para coger el ritmo de crucero adecuado, que llevaría constante en toda la carrera.
En esta ocasión paso el 5 en 19:47. Me siento cómodo con los ritmos así que me dejo llevar viendo pasar los kms. Al llegar al noveno, sé que el camino hasta meta es de bajada, dado que el día anterior había estado echando un vistazo a los perfiles, así que decido echar el resto sin pensar en que todavía queda la carrera de la tarde.
Que leches, hay que bajar de 40 y tiempo quedaría para recuperarse. Así fue. Entro en meta muy contento con la segunda prueba superada y recibiendo el calor de los compañeros y la familia, que también está haciendo su propio reto para acompañarme en cada carrera. Con más tiempo para disfrutar del ambiente, nos cambiamos tranquilamente y saboreamos el triunfo de Pablo, que llega primero. La mañana acompaña. No hace frio, el sol calienta y la compañía es genial. Se acerca uno de los mejores momentos del día: la recuperación. Y aquí tampoco falla la gente de Kia. Hotel Eurostars Madrid, planta 29, relax total, spa, comida, siesta, masaje… Se van todos los dolores y uno se viene arriba cuando Pablo propone ir trotando desde el hotel hasta la salida. Y allá que nos vamos Pablo, Carlos, Ana y yo.
17:30 h SAN SILVESTRE VALLECANA
Aunque no os lo creáis, pese a que llevo corriendo más de 30 años, es la primera vez que participo en la popular vallecana. La entrada a los cajones resulta un tanto caótica, llevamos la pulsera de 48 minutos así que el grupo se divide buscando cada uno el tiempo que espera hacer. En mi caso logro llegar hasta el cajón de 42 minutos, según el globo que alcanzo a ver entre la multitud. Cada vez es más difícil dar un paso.
Me encuentro a tres amigos y decido salir con ellos. La salida es agobiante. Resulta imposible dar un paso sin llevarte un empujón, pisotón o codazo… Es casi imposible correr en el primer kilómetro, y los parones y tapones son continuos. El ambiente es espectacular y hay mucho público, pero no deja de ser agobiante.
El primer kilómetro sale a 4:38, así que decido salir del asfalto y subirme a la acera. No soy el único. Muchos hemos tenido la misma idea. Así voy hasta el km 3, donde se ven más claros y los ritmos mejoran pasando algun km por debajo de 4 minutos. El 5 lo paso en 19:43. El ambientazo en las calles es impresionante. El publico te lleva en volandas y hace que los kilómetros pasen sin enterarte. Puerta de Alcalá, Cibeles, Neptuno… disfruto a tope del momento. Oigo mi nombre y la motivación crece: hay amigos que al pasar junto a ellos me llaman y saludan. Bajo por la avenida Ciudad de Barcelona y tengo un momento subidón cuando veo a mis tres chicas (mi esposa y mis dos hijas) animando con otros amigos.
Gracias a eso afronto el inicio de la subida con más energía, sin desfallecer y sin molestias. No me lo puedo creer. A mitad de la cuesta de la Avenida de la Albufera, sobre el escenario y animando al personal toca Básico, un grupo de amigos a los que he visto más de una vez en directo. Con tanta euforia y tanto venirme arriba mis piernas empiezan a quejarse, se me hace duro el final de la cuesta. Llevo casi 28 kms y un gran madrugón encima. El día está siendo agotador. Mantengo la calma y acabo la cuesta. El terreno vuelve a ser favorable y busco pensamientos positivos. La meta, aunque no la veo, sé que cada vez está más cerca. Me dejo llevar, giro a la izquierda y …. ¡sí! … ahí está …la ansiada meta de la tercera San Silvestre. Levanto los brazos como si hubiese ganado la carrera. La alegría y la emoción se apoderan de mí. No es para menos, he conseguido superar el reto. Finalmente llego en el puesto 945 con una marca de 40:41.
La carpa de Kia se convierte en una fiesta según vamos llegando. Abrazos, risas y sobre todo alegría, mucha alegría. Todos lo hemos logrado y eso merece un gran brindis para cerrar la fiesta. Agradecer a la organización un día inolvidable, a los compis de la sansilvestrada por ser un grupo diez. A tod@s vosotros por vuestros votos, a la gente de Beer Runners, del Villalobos Running Team, de la AA Moratalaz, a la familia, a todos y cada uno de los que habéis hecho que esto se hiciese realidad. El mes de las votaciones es muy duro. Más que los 30 kilómetros. Y en especial, a mis tres chicas Susi, Yaiza y Alba. Mil gracias de corazón. Seguiremos viéndonos en otras carreras. En otros retos.
Y como todo reto tiene mucho trabajo detrás, os dejamos aquí el vídeo de uno de esos entrenos previos a la Sansilvestrada.